
Comienza cortando algún tallo de aloe vera (sábila) y retirando la pulpa. Písala bien con un tenedor o algún objeto similar, mientras que añades el zumo de un limón, una cucharadita de bicarbonato de sodio y una cucharada de azúcar. Mezcla bien hasta que te quede una pasta homogénea y untable.
El paso siguiente será el de aplicar la mascarilla sobre la zona de la espalda y torso que tengas más afectadas. Deja que se seque y permanezca sobre tu piel durante unos 15-20 minutos. Enjuaga con agua tibia o toma un baño posteriormente para retirarla... ¿Sencillo verdad?