Según una investigación publicada por “Brest Cancer Research”, las mujeres que consumen más huevos durante la adolescencia son menos propensas a desarrollar cáncer de mama.
Los resultados del estudio realizado por especialistas de la Escuela Medica de Harvard, revela además que la ingesta de fibra dietética y grasa vegetal, junto a los huevos, entre los 12 y 18 años, contribuye a una reducción del riesgo de padecer este terrible mal.
Los investigadores sugieren que los huevos pueden proteger a causa de sus altos niveles de aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales, y la fibra dietética puede tener un efecto semejante por su habilidad de ligarse con el estrógeno dentro del aparato digestivo.
Por eso, aunque ya pasemos de los 18 años, consumamos este nutritivo alimento de forma regular y sobre todo, aconsejemos a nuestras primas, sobrinas y todas las adolescentes a nuestro alrededor, para que desde ahora comiencen a preparar su cuerpo en contra de esta maligna enfermedad.
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