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A todas nos ha pasado alguna vez y peor aun, nos seguirá pasando. Hablo de esa desagradable y grotesca espinilla que aparece en tu bello rostro de la noche a la mañana y en el lugar mas visible, con el único fin de fastidiarte la existencia.
La próxima vez que eso te suceda, en vez de enfurecerte o tratar de exprimirla (algo que solo empeora la situación) recuerda que la solución está en tu botiquín...
Solo debes buscar una aspirina, mezclarla con una gota de agua, hacer una pasta y colocártela en el molestoso granito. ¡Pruébalo y verás resultados inmediatos!
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