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Esta fruta exótica, dulce, refrescante y de fácil consumo, es rica en sustancias antioxidantes, por lo que contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas e incluso el cáncer.
Su pulpa es 80% agua y su alto contenido vitamínico aumenta la absorción del hierro de los alimentos.
Es mas, un solo mango te brinda toda la vitamina C que precisas al día; el 20% de la E y el 10% de la A. Además, su contenido de vitamina B es recomendable para el buen funcionamiento del sistema nervioso, el metabolismo y la salud de la piel.
El mango posee alta dosis de fibra, que mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y funciona como laxante.
Por último, comer mango es una buena manera de prevenir la caída del pelo, la debilidad muscular, combatir el insomnio y estar más tranquilos.
Así que... ¿Cuándo te comerás uno?
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